Flor de piel

De colores casi imperceptibles a la vista de cualquiera,
paso aquella saltando feliz, al rato paso corriendo el 
aquel, para cumplir la promesa que le hizo la noche 
anterior... a la hora sin sombra en la idea de libertad 
como siempre.

Juntos ellos salen de la conciencia, y juegan con los santos
de la locura, ellos son lecciones para aquellos que los pueden 
ver a la hora sin sombra, y así todos salimos de la conciencia, 
y caemos en un trance que ellos mismos rompen cuando la hora 
sin sombra termina.

Y así pasa ella saltando de regreso, hasta la próxima hora, 
y el corre a su obligación, sin olvidar alguna nueva promesa. 

Martin

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