Regreso contando una historia


No recuerdo la última vez que escribí en este blog, pero recuerdo el momento en que nuevamente quiero escribir en él.

Tantos temas, por cuál iniciar? ... viajes, burlesque, feminismo, una despedida de soltera... de qué escribir esta primera vez, desde que no escribía. Si decido escribir sobre viajes, los que ya realice o el que preparo ahora ? ... Ahora voy

Voy a escribir que lo anterior fue un intento,  en no sé que momento de mi vida, tratando de contar algo interesante, pero ahora si quiero contar una historia.

Se trata de una mujer no muy especial, no era alta, pero tampoco era baja, no era gorda, pero tampoco era delgada, no era simpática, no era simpática simplemente, pero tenia amigos. Su vida giraba en base a su hogar y su trabajo, uno que no tiene nada que ver con su profesión, mas hay que alimentar a los gatos.

Un día de abril, esta mujer llego a un pueblo donde el tiempo no pasa, por motivos de la naturaleza de su trabajo llego antes de tiempo, lo que fue un gran problema ya que en este pueblo el tiempo no pasa. Para tratar de hacer tiempo, ella se sentó en la plaza a fumar un cigarro, que terminaron siendo varios, esos varios eran lo que ahora debía disimular para poder trabajar.
Camino al lugar a donde debía llegar, quiso comprar unos dulces, y dejo a la suerte el lugar donde entrar a comprar. Cuando por fin se decidió por uno, resulto ser un almacén donde tenían gran variedad, lo que la dejo pasmada pensando, que dulces compraría...

En un pueblo, donde el tiempo no pasa, en medio del campo, la cultura machista en común, por lo tanto no fue a la mujer nada espacial a quien atendieron primero, a pesar de que se encontraba de antes, sino que atendieron a alguien que estaba tras de ella... la mujer nada espacial, respiro para comenzar a reclamar, cuando el hombre que había llegado después, amablemente corrige a la mujer que atiende y le indica que nuestra mujer nada especial, estaba primero...

La mujer nada especial, se gira para agradecer, sin saber que ese acto cambiaria su vida...



27 años y 11 meses

En camino a cumplir 28 años,  comencé una serie de actos para depurarme y dejar todo lo que ha pasado este año de lado...
5 de junio, después de 4 años, puse punto final, definitivo, a mi relación, fue extrañamente tranquilo, lleno de cariño y comprensión. Se dice que el amor es un sentimiento muy poderoso, así como lo es el desamor, y cuando una pareja termina se supone que lo más sano es tomar distancia y superar la tristeza que significa terminar, pero en esta oportunidad es muy diferente, al amor que sentimos mutuamente lo transformamos en amistad, y nos cuesta muchísimo estar desconectados el uno del otro.

Lo mejor de aquello, es que no debo esconder que estoy súper enamorada de él, y él no abusa de esa información, además no doy pena como en otras oportunidades,  da igual si se me sale un mi pololo, o le digo mi amor, él entiende perfectamente que lo estoy llamando, no necesito ni andar espiando lo que hace por las redes sociales o preguntándole a alguien más cómo está, debo reconocer si que esta amistad cercana y en nivel de confiando 1000%, tiene sus contra, no creo que todo el tiempo pasado sea mejor, mas si recalco las aventuras que vivimos y lo increíble que fue aquello, como los 3 viajes al extranjero.
Me cuesta mucho tomar seriamente a alguien para salir, si bien existen prospectos y he tenido invitaciones, solo quedan en invitaciones con amigos buena onda, mi cabeza esta en otra parte, y siento que lo estoy engañando, lo que es gracioso, ya no estamos juntos... YA NO ESTAMOS JUNTOS... lo repito más de una vez en mi cabeza, pero igual... hay días que me pondré nostálgica y sé que no podré correr a sus brazos, así que tendré que buscar entre mis cosas, los recuerdos que aun me quedan, la mayoría hace tiempo que los vote a la basura, lo sé soy de las peores pololas del mundo... por cuatro años lo intente y casi morí en el intento, pero lo supere ...

6 de junio, a llamar a la gente terrorífica y cerrar con ellos, voy a tener que llamar igual a mi mejor amigo para contarle que onda.

Tengo un mes para cerrar con diversos cables sueltos que hay en mi vida.










El diván

Pintar no es lo único que me ayuda a mantener el equilibrio... cuando llegue al fondo según yo (estaba bastante equivocada, me quedaba mucho más por caer) pintar no fue suficiente, y debí llegar a recostarme al diván, a contar como me sentía, intentar llorar... lloro por todo muy fácil, menos en el diván.
Una vez a la semana, junto a un profesional, que transformo mi pena en enfermedad, intento ayudarme a tener salud, que raro suena... no puedo simplemente tener pena? es natural... la pena, la tristeza, la rabia, las ganas enormes de patear el piso muy fuerte, seria muy falso estar siempre feliz, sonriente, amando a todos...
El punto es encontrar el equilibrio, entre todos esos sentimientos locos que están en mi cuerpa, mi cabezota, y en todo lo que me rodea, si para aquello es necesario un profesional, bienvenido sea.

Aunque creo que lo que más me ayuda es viajar, por eso ya comienza mi cuenta regresiva para Mexico, en una de esas las deidades Aztecas y Mayas confabulan a mi favor y le hacen el favor al mundo, para que yo no sea tan... tan todas esas cosas que soy y a que ni siquiera defino... 

Terapia

Así como hay quienes cantan, van al gimnasio o escriben como forma de mantener el equilibrio personal, yo en los momentos más críticos, comencé a pintar... Para algunos es una moda y puede ser así, en cada esquina están vendiendo libros para pintar mandalas, mas si todas y todos los que pintan se siento como yo cuando lo hago, genial !!!

Genial... no siempre malo copiar ...


Adulta ???

Hay días en que quisiera olvidar que tengo 26 años, miles de nuevas responsabilidades, todos esperan más de ti y hasta comienzas necesitar cremas para la cara...
Es extraño, como el tiempo ha pasado y todas las experiencias vividas se han condensado, hace nada estaba en el colegio, hoy estoy ad portas a iniciar con el magister...

todo esta en la cuestión de crecer 

Cortázar y la mala elección

Debe ser que estoy atrapa en el mundo de Cortázar que todo lo veo desde esa perspectiva,hace un par de semanas atrás la verdad con suerte sabia que era argentino, hoy con un ramo que está enfocado a su trabajo, mi ímpetu por ser la mejor, me llevo a comenzar a prepararme, acercándome a su obra... Es así como vivo pensando en callejones de París que no conozco, que vomito conejos o que alguien se toma mi casa de apoco, pero hoy fue raro por un instante él me saco de mi pensamiento, me hizo reír, se aprovecho de cuanto me desagrada que sabe que en el fondo más me acerco, y más me gusta... Odiarlo y soñar que más me desagrada, su sonrisa.
Él me revuelve las entrañas y me parte el alma cuando me doy cuenta que me hace sentir más que él, porque él y él, son tan diferentes y me provocan tantas cosas y a la vez nada. Todo lo que quiero es sacar a él de mi cabeza y que nuevamente sea él quien llene mis pensamientos que hoy debe compartir junto a Cortázar y sus cuentos, esta lucha de él y él, no me deja disfrutar de mi momento de libertad del día, caminar al atardecer, sin que nada me atormente (algo que en esta oportunidad no sucedió ) sin usar sostén, con mis pequeños e inapreciables pechos, de perfecta redondez, sentir su rebote a cada paso que rocen mi polera de algodón y el frío aire de la tarde cerca de la cordillera se colé por ella, nada de eso disfrute por culpa de él que no me deja en paz  junto a él...

Martina

Si alguien, me escucha en la calle hablar de Martina, Clemente, Mateo y Florencia, lo relaciona a niños o a mis hijos, algo así... la realidad es que son los nombres de mis gatos, si bien ya no tengo a los 4, los 3 que quedan, llenan la casa de amor, de alegría y por sobre todo de pelos...

En esta oportunidad, voy a escribir, del ser, que más amor, alegrías, es la más fiel de todas y todos, mi gata Martina.
Luego de la muerte de Clemente, pase una semana encerrada y llorando, lo que llevo a una acción articulada con el objetivo de encontrar otro gato blanco, así llegaron a un taller mecánico, donde había una gatita "semi" blanca, las patitas eran negras, tenia 45 días de vida y estaba con resfrío que provocaba que cada vez que estornudaba sangraba.

A una semana exacta de la muerte de Clemente, mi mamá llego con una cosa, blanca muy sucia, llena de pulgas, solo basto mirarnos, para comenzar un a tejer un nexo que hasta ahora nos une de una forma indescriptible, la llame Martina y la bañe, con agrado descubrimos que no tenia las patitas negra, sino que era grasa de autos, mi gata, de 45 días grandes ojos azules y muy blanca, hoy es la ama de la casa. Me ha acompañado en largas noches de estudio, en todo el proceso de la tesis, me besa las manos y duerme junto a mi...

Definitivamente, Martina en mi vida, es tener un pedacito del cielo en mi casa...  es mi gata